Mis Mensajes al Mundo

Escuchen todos los que se han divorciado y se han vuelto a casar y ahora están en su segundo, tercer y cuarto matrimonio, o más. Estás cometiendo adulterio, porque en los ojos de Dios con quien eliges casarte es tu compañero hasta la muerte. Incluso si te divorcias o te separas por cualquier motivo, incluso por infidelidad, aún estas atado a esa persona hasta que uno de ustedes muera. Debes permanecer soltero o reconciliarte, pero no podrás volver a casarte, hasta que uno de ustedes muera, y allí luego podrás volver a casarte. Cuando Yeshua vino, elevó el estándar del matrimonio a este nivel, porque antes de él Moisés permitía el divorcio y volverse a casar si había infidelidad. Ese ya no es el caso. La Toráh del matrimonio se volvió más estricta con Yeshua. Yeshua cambió la Toráh del matrimonio y tenía la autoridad para hacerlo. Y con este cambio prohibió también la poligamia, que en tiempos pasados permitía Moisés. Nuestra sociedad hoy toma muy a la ligera el matrimonio, y rápidamente se casa con cualquiera o se divorcia por cualquier motivo, sin entender que el matrimonio en los ojos de Dios es hasta la muerte. De hecho, en mi opinión, es mejor no casarse, porque estás ligado a quien te casas por el resto de tu vida, incluso si se divorcia de ti y se casa con otra persona no importándole lo que Dios ordena y también tú dejándole de importar. Muchos creyentes han caído en esta trampa, habiéndose divorciado y vuelto a casar, pensando que Dios los va a perdonar o que Dios no quiere que estén solos y por eso los excusará y permitirá este pecado. Están equivocados, y al regreso de Yeshua dentro de 2 años en el año 6.000 de la creación serán tratados como adúlteros y serán condenados a ser arrojados sobre lava como basura, a ser destruidos en cuerpo y alma, porque ignoraron el nueva mitzvah de Yeshua respecto al matrimonio. Fueron tontos, y se preocuparon más por sus propios deseos que por el deseo de Dios de querer hacer que el matrimonio sea mucho más serio que los tiempos de Moisés, a como lo era al principio de la creación, “los dos serán uno”. El matrimonio es para toda la vida, hasta la muerte.