Mis Mensajes al Mundo
Esta es mi oración a Dios hoy. Gracias mi Padre por todo lo que me has dado. No merezco nada de lo que tengo, pero porque eres generoso me has dado un patrimonio y conocimiento y entendimiento y sabiduría. Fue por tu mano que adquirí todo lo que tengo, no por mi propia mano. Sin ti simplemente no podemos hacer nada. Admiro la profundidad, la altura y la complejidad de todo lo que has creado. ¿Podemos numerar la cantidad de estrellas que has creado? ¿Podemos contar la cantidad de granos de arena en el mar? ¿Podemos incluso contar todos los mechones de cabello en nuestras propias cabezas? Incluso con toda la tecnología que la humanidad ha desarrollado, simplemente no podemos. Pero tú, oh gran Dios, has creado cada estrella y grano de arena y cabello sobre nuestras cabezas. Todas las estrellas del cielo y toda la arena de la tierra y cada uno de los cabellos de cada persona en la tierra han sido contados por ti. Has medido absolutamente todo en la creación, y le has designado a todo en la creación un tiempo de existencia. Desde el principio, has establecido que esta tierra existirá durante 7.000 años. Todo lo que sucede en la creación ha sido predestinado por ti. Y ni una hoja cae de un árbol a menos que así lo designes. Cada palabra que sale de tu boca es la verdad. Y por tu mera palabra todo en la creación llegó a existir. Tu palabra es nuestra luz. Admiro tu ley, tu Toráh. Amo tu camino. Tu camino es perfecto y puesto-aparte y justo. Pero nuestro camino es imperfecto, profano e injusto. Lléname con tu airesoplo puesto-aparte, y líbrame de mi pecado. Dame una mente interior limpia. Circuncida mi mente interior y escribe tu Toráh dentro de mí, para que pueda caminar delante de ti perfectamente, obedeciendo cuidadosamente tus mandamientos y guardando tus juicios. Oro también por tus dos profetas escogidos. Concédeles un poder tremendo, para que las naciones aprendan a tenerle miedo a tu nombre. Y que por ellos muchos lleguen al arrepentimiento. Oro también por Jerusalén, tu ciudad puesta-aparte. Que sus habitantes lleguen a creer en tu ungido, a quien crucificaron, y lloren por él como lo harían por un hijo primogénito. Salva a la ciudad que amas, de la destrucción que ha de venir sobre el mundo, y que la antigua Jerusalén y sus muros permanezcan en pie. No dejes nunca más tu ciudad desolada, y que sus habitantes caminen siempre en tu camino, y que siempre crean en tu ungido, Yeshua. Y que tu templo se construya allí, en el terreno donde estuvo antes, en el monte Moriah. Concede a tus dos profetas poder para destruir la Cúpula de la Roca, y concede favor a Judá, que hoy se llaman los judíos, para edificar tu templo. Que tu ungido gobierne a las naciones desde ese templo, con vara de hierro, conforme a tu Toráh. Y que juzgue con justicia a toda la humanidad. Que todos tus enemigos y los enemigos del pueblo de Dios sean arrojados sobre la lava, y que sufran una muerte agónica y aterradora. Que aquellos que rehusaron creer en ti y obedecer tus mandamientos sean puestos a la muerte sobre la lava, pero que aquellos que creyeron y obedecieron sean grandemente recompensados. Después de que rompas a todas las naciones en pedazos como cerámica, y reduzcas el mundo a muy pocas personas, que el mundo florezca bajo tu justo gobierno. Que el mundo se llene del conocimiento de ti y de tu Toráh. Y que la gente del mundo sea justa y puesta-aparte. Que el Monte Sión sea edificado en una ciudad gloriosa. Y que Rusia, Irán y Egipto crezcan y sean llamados tu pueblo también, y que ya no sean enemigos de los hijos de Israel. Pero que Roma y la Ciudad del Vaticano sean completamente arrancados de la raíz para nunca más ser habitadas. Que la tierra de la Ciudad del Vaticano sea dividida en tres, y que finalmente se ponga fin a la autoridad de los papas romanos, porque han engañado a todo el mundo. Y que la identidad nacional de los EUA sea completamente aniquilada, porque ha corrompido al mundo para volverse como Roma y comprar y vender con dinero fiduciario. Que el dinero fiduciario de las naciones se convierta en basura para ellos, y que de repente lleguen a la pobreza y al hambre, a causa de lo que han hecho. Que todo esto se haga en el nombre de Yeshua.
